viernes, 21 de septiembre de 2012

POETAS DE "CUADERNOS DEL LABERINTO" EN RNE

Os dejo un video de la entrevista que Miguel Ángel de Rus nos hizo a varios poetas de CUADERNOS DEL LABERINTO para el programa de RNE SEXTO CONTINENTE. Mills Fox Edgerton y yo estuvimos allí. También intervinieron por teléfono Silvia Gallego y Raquel Campuzano, dos jóvenes poetas participantes en ENÉSIMA HOJA, que ya está a la venta y que podéis adquirir en el enlace.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

VEINTE AÑOS

Una vez más recorreré,
con mi ramo de flores en la mano,
el camino que lleva hasta la nada,
hasta la fría piedra con tu nombre,
como el año pasado, como el otro,
como desde hace veinte.

Dicen que las decenas cierran ciclos
pero hay algunas cosas que no cambian
aunque tengan un cero en la memoria.

Mentiría si ahora te dijese
que me duele tu ausencia igual que entonces;   
no, no me duele igual,
porque el dolor ahora se ha hecho parte de mí,
es ya mi esencia,
mi propia forma de habitar el mundo.

Si antes me sangraba a borbotones
la herida de tu muerte,
hoy, veinte años más tarde,
es una cicatriz, un grueso callo
que endurece mi piel
para todo lo que ha venido luego
y que no cesa nunca, así es este negocio.

No sé para qué voy,
tal vez porque este día
es de lo poco que me va quedando
sólo tuyo. 

martes, 18 de septiembre de 2012

A CUATRO MANOS


Os dejo enlace a CASA DE CITAS, el blog de Manuel María Torres Rojas, donde hemos empezado un relato a cuatro manos, las dos suyas y las dos mías. Se sabe cómo y cuándo empieza. Cómo y cuándo acaba, es otra historia...

martes, 11 de septiembre de 2012

QUERER

Querer es verbo irregular, tan raro
que cambia la raíz según el tiempo
y engaña al que se empeña en conjugarlo
cuando el presente viene de un pasado imperfecto,
más bien indefinido.

El futuro es el tiempo más difícil
con tantas erres dobles:
te querré, me querrás, nos querremos, acaso,
contra cualquier marea y cualquier viento
de fuerza variable.

Lo malo es que se debe conjugar a dos voces
con diferentes modos de quererse.
Y es que el indicativo sólo indica
el hecho sin adornos,
mientras que el subjuntivo necesita
detrás una oración. Subordinada.

Mas el peor de todos es el condicional:
¡Ay, cómo te querría
si consiguieras ser otra persona!


sábado, 8 de septiembre de 2012

ME IMPORTA UN BLEDO

Cuando estoy instalada
definitivamente en el futuro
viene el pasado a señalarme con el dedo,
a escupirme a la cara,
a echar sobre mis hombros cualquier desaguisado del presente,
sin derecho de réplica.

Ahora que ya no existo,
ni mis insomnios sirven para nada,
mi tristeza es estéril,
mi dolor ni siquiera viene a cuento
¿no será un poco tarde
para pedirme cuentas a mí misma?

En noches como ésta,
en que está el corazón como una esponja
que no termina nunca de escurrirse
y hasta duelen los blues como si fueran tangos,
todos los versos salen asonantes;
pero, lo que es peor,
                                 me importa un bledo.
(Pintura de José Manuel Merello)

sábado, 1 de septiembre de 2012

CÍRCULOS CONCÉNTRICOS

Con un tenaz murmullo me llegan las noticias
de guerras que no sé situarlas en el mapa,
sátrapas sanguinarios que masacran al pueblo
con tal de mantenerse a buen recaudo.

Yo cambio de canal, prendo un cigarro,
hago malabarismos con el móvil.

Ahora me cuentan cifras de parados,
de familias sin pan y sin cobijo,
de inmigrantes enfermos sin derechos,
marionetas inermes de un sistema
cuyos hilos los mueven los de siempre.

Me preparo una copa, cojo un libro,
enumero la lista de la compra.

Hay un juez que libera a un terrorista
-cosas de los políticos-
que morirá más temprano que tarde
y en el desierto claman las viudas
confundiendo justicia con venganza.

-Esto no es mi problema -cambio el tercio-
¿A qué hora es el partido?

Asesinos del monte
convierten en cenizas
desde el Norte hasta el Sur
la belleza donada por los dioses, 
para uso y disfrute tuyo y mío.

Suelto algún juramento y elijo una película;
de amor, a ser posible.

Y cuando sale el monstruo
que ha matado a sus hijos -perdón, presuntamente-
sin apenas mover una pestaña
tan sólo por el gusto de darle muerte en vida
a la que prescindió de sus servicios,

se me returce el cuerpo en una arcada,
me niego a formar parte de su especie.

Pero he de confesar que sólo lloro
con el llanto que anega noches y amaneceres  
cuando se acerca el mal hasta mi puerta,
cuando viene a cebarse con los míos,
cuando siento sangrar mi propia sangre.

Son círculos concéntricos de horrores
que se expanden partiendo de mí misma.

No me contéis entonces las guerras que están lejos
ni me habléis de las víctimas sin nombre,
de campos arrasados, de injusticias,
de asesinos sin alma.
Mi cupo de dolor está completo.