domingo, 25 de junio de 2017

NECESITO QUE EXISTAS

Necesito que existas
para salir temprano de la cama
y gozar la frescura de las primeras horas
en mi piel todavía adormilada,
la luz que se despierta y hace posible todo, 
no imaginas la falta que me hace,
la falta que me hace que tú existas.

Necesito saber
que estás en algún sitio, en cualquier sitio
a donde yo no iré, lo más seguro,
pero tal vez los astros lo dispongan
y caigo por allí y nos encontramos.

Lo necesito para ponerme en marcha, 
afrontar otro día y preguntarme,
si el café, como a mí, te gustará bien fuerte,
para limpiar mi casa y poner flores
como si tu vinieras a llamar a mi puerta.

Para lavarme el pelo y pintarme los labios,
para ponerme guapa y salir a la calle,
a esa calle por la que no andas nunca 
pero ¿y si esta tarde te diera por pasar?
No quiero descartarlo si tú existes.

Para escribir antes de irme a la cama 
un poema de amor, como si fuera
una oración atea con tu nombre en los dedos,
mientras fumo un cigarro muy despacio
y mi insomnio es más dulce.

Necesito que existas y saber que de pronto
te podría encontrar al volver una esquina
y quizá me dijeras 
tenía ganas de verte y me miraras
así, de esa manera que me miras.

jueves, 22 de junio de 2017

LAS DOS ESPAÑAS

Se conocieron en un bar de barrio
con tragaperras y fotos del Atleti
y, entre café y café, se contaron sus vidas.

Él le hablaba de hambre, de cárcel y de muerte,
de torturas y exilios, 
de libertad robada, de odio, de injusticia;
y ella, a su vez, su historia de niña de derechas
-nadie le dio a elegir dónde nacer-
que creció con la copla esa de que en España
se quemaban iglesias y se mataban curas
hasta que vino aquél a poner orden.

-Verás, yo es que no tengo
ningún muerto enterrado en las cunetas,
ni presos, ni mujeres con el pelo rapado,
aunque sí fusilados que llorar en las tapias
de ciertos cementerios; si quisieras
mezclaría mi llanto con el tuyo
porque es el mismo llanto y es de todos.

Y me declararía apátrida contigo,
en la exclusiva patria de tu cuerpo
para no besar nunca otra bandera
que la que ondea dentro de tu boca.

lunes, 19 de junio de 2017

MI CASA

Y está tan solo
que ni al deseo llama
(Francisco Caro “Locus Poetarum”

Mi casa es un silencio de libros y recuerdos,
un teléfono mudo casi siempre,
la música que suena como fondo
de lo que no me atrevo ni a soñar.

Me dicen que la vida
se puede improvisar a cada instante,
pero si a una le atrapa
esta droga terrible de estar sola
y no sabe si llora por el tiempo pasado,
por lo poco que queda por  vivir
o si es por esos versos
que acaba de leer y que le han puesto
a Dorian Gray delante de los ojos,
poco se puede hacer más que fumar
y esperar que anochezca
escribiendo el peor de los poemas.

El que hable de una casa grande y llena de niños,
que al volver del colegio preguntaban
está mamá, pidiendo la merienda.
Y mamá, casi siempre
estaba  en la cocina, porque entonces
eso de escribir versos aún no entraba en sus planes.
Había que hacer la cena, mandarlos a la ducha,
revisar los deberes y pensar qué facturas
eran las más urgentes,
al tiempo que miraba de reojo
el rictus de tus labios,
o el ritmo que llevaban tus rodillas,
tratando de intuir tus pensamientos.

Y, al final de la noche, con un poco de culpa,
soñar en otra cosa.

Muchos años después
-tantos que aquellos niños ya son padres,
menos el que será un niño para siempre-
mi casa se ha encogido
y se me está olvidando cocinar.
Mi casa se ha encogido
hasta el mínimo espacio imprescindible
para llamarse casa. Y ni siquiera es mía,
aunque eso no me apena
siempre será más leve mi equipaje.

Perdonad, no era esto, no era esto
lo que quise escribir, solo quería
tratar de comprender de dónde vienen
estas jodidas lágrimas.

Tan a destiempo ya, tan a destiempo.

domingo, 18 de junio de 2017

DEBERÍA CONTARTE

Debería contarte
que este año no ha habido primavera,
que un verano asesino y a destiempo
ha agostado el cantueso
antes de que pintara los campos de violeta,
que las flores de jara han abortado
-pobres muñones secos sin perfume-
y la rubia retama está desnuda,
solo es una melena de hebras deshojadas
a merced de la brisa.

Yo sé que todo esto a ti no no te interesa,
pero yo te lo cuento
porque el campo moría mientras tú te morías
y ahora, cuando paseo por este secarral,
pienso en ti; voy sin prisa
porque ya no me esperas.

Y en medio del dolor
me gustaba saber que me esperabas.

sábado, 17 de junio de 2017

GINTONIC

Hoy, tras mucho pensar, he decidido
inventarme una vida,
dejar de lamentarme por lo que ya no tiene
ninguna solución ni vuelta atrás
y fabricar recuerdos que nunca sucedieron.

A quién va a interesar, al fin y al cabo,
que sea o no verdad lo que yo cuente;
a esta edad lo que importa es tener una historia
que despierte en los otros una pizca de envidia
y una añoranza dulce en nuestras noches.

¿Recuerdas aquel día -¡qué torpeza!-
que se vertió el gin tonic?
Cayó por la abertura de mi escote
y estabas tan sediento que bebiste
las gotas que rodaban por mi pecho. 
Era tanto el calor que nos pasábamos
los cubitos de hielo, goteaban
en tu boca y la mía.

Y más tarde encontraste
una piel de limón sobre mi vientre
y algún granito de pimienta rosa.

-Ya no me gusta el whisky, tomaría...
un segundo gintonic.

-Pero esta vez será con cardamomo...

jueves, 15 de junio de 2017

QUÉ NO DARÍA YO...

A lo largo de mi vida, creo que he sido feliz dieciocho días. 
Pero no seguidos. (Antonio Gala)

Qué no daría yo por recordarte
con un escalofrío de gozo entre las piernas,
o porque me llegara el eco de tu risa
en medio del insomnio,
o quizá que tu abrazo
me hubiera consolado alguna noche
de esas que a veces vienen tan oscuras.

Qué no daría yo, qué no daría,
por haber refugiado mis tristezas,
tantas, de tantos años,
en el arco sedante de tu espalda,
porque tu voz me hubiera renacido
de alguna de mis muertes,
porque mi soledad no estuviera tan sola.

Pero no te reprocho,
que bastante tenías con lo tuyo.
Solo me quejo de no tener ahora
algún recuerdo dulce al que agarrarme,
salvo algunos instantes imprevistos
que encontramos acaso entre las calles
de una ciudad extraña.
Roma, Paris, Salzburgo,
el casino del Lido o Lisboa encubrían
un sueño parecido a la carroza
que pronto devenía en calabaza.

No me malinterpretes, si este duelo
aún no tiene visos de acabarse,
no es por la enfermedad ni por la muerte
-con toda su crueldad innecesaria-.
Es por todo lo hermoso que te robó la vida
cuando su deber era ser hermosa.

sábado, 10 de junio de 2017

UN MES

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna...

(Manuel Machado, Adelfos)


Ha pasado ya un mes de aquella noche
en que la luna llena te vino a recoger.
Un último suspiro me cubrió de silencio,
apenas me quedaban lágrimas que llorar

No sé si lo hice bien en esos meses,
supongo que podría haberlo hecho mejor,
pero me diste el gozo de amarte sin medida,
como no pude hacerlo en los tiempos de entonces,
cuando esta perra vida me hizo sucumbir.

Nunca, en todos mis años, me he sentido más plena
que al lograr levantar entre mis pobres brazos,
como un bebé gigante, tu corpachón enfermo,
-vámonos a la calle, hace un precioso día-
siempre me agradecías como el mejor regalo
cada nueva mañana que arañar.

Hoy no encuentro mi sitio en ningún sitio.
Me ha quedado un dolor en la cintura,
una tristeza hueca en tus zapatos,
esa absurda incoherencia de tu ropa
esperando perpleja en el armario,
tu música, tus fotos con los niños,
el cuadro que compramos tan barato,
en plena Via Veneto,
porque estaba empezando a diluviar.

Qué te voy a decir del resto de recuerdos.
Te has llevado los tuyos; los míos, que son otros,
creo que me los guardo para mí.