encima de los hombros,
me ha doblado la espalda este silencio
que grita en mi cabeza.
No ha sido de repente,
se venía acercando la borrasca
por la línea imprecisa del reproche callado,
de los besos huidizos,
del tremendo vacío, tan parecido al miedo,
que agarrota el estómago.
Se venía fraguando una tristeza
exactamente igual a otras tristezas,
un dejá vu confuso.
Se oteaban las nubes cargadas de tormenta,
de mudos parpadeos -buenos días
y café con tostadas;
de fondo, las noticias en la radio-.
Parece que hace frío; por lo visto,
ha nevado en la sierra.
En esta casa
se han hecho interminables los pasillos,
los ha cubierto el hielo
y me duelen los pies de tan helados.
¿Cómo podré salvar tanta distancia?
(Dibujo de José Manuel Merello tomado de la red)