martes, 15 de diciembre de 2020

A RAS DE TIERRA

 

Yo soy una mujer a ras de tierra, 
nadie busque en mis versos arcoíris, 
amapolas o lunas como témpanos.
 
Encontraréis personas 
que sufren y que aman y que mueren 
de soledad, que luchan cada día 
sin saber ni por qué, 
una supervivencia por instinto 
contra un mundo imposible; 
que se equivocan una vez tras otra, 
que tal vez sean felices un instante
tropezando con piedras parecidas, 
aun sabiendo seguro
que el cálido consuelo de otro cuerpo
es igual de fugaz que una perseida

Personas que resisten, resisten y resisten 
sin siquiera pensar por qué resisten 
a la muerte, al dolor, a la miseria, 
al hecho incuestionable de vivir 
contra cualquier pronóstico optimista. 

Es esa gente heroica sin saberlo
la que quiero contar en mis poemas.

AYER

 

Más tarde sólo vemos cómo se aleja un río 
que llamamos amor, en la distancia. 
(Manuel Conde) 
A veces adivino en otros labios 
el rastro de tus besos, viejas complicidades 
que vienen de otro tiempo
en el que yo no estaba. 

Y me asalta el recuerdo de mis noches 
-mis larguísimas noches de copas y guitarras 
y sapos cancioneros- cuando de amanecida, 
casi naciendo el día entre los montes, 
volvía a enamorarme para siempre. La boca 
se me quedaba seca de tabaco y canciones, 
y me bebía el agua de otra boca. 

Eran noches hermosas, parecía 
que nunca, nunca, fueran a acabarse 
 pero son de otro tiempo 
en el que tú no estabas.

Hoy quisiera mostrarte aquellos días 
y los santos lugares en los que fui feliz. 
Y haber estado en todas tus andanzas. 
Sin embargo nos hemos convertido 
en dos personas demasiado tristes. 
Solo nos regalamos el cansancio 
y este miedo a lo poco que nos queda.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

BAILE

 

Hay tardes que te olvidas
de que el mundo se hunde
y, sin salir de casa, un universo entero
se abre ante tus ojos
en un atardecer de rojos fascinantes.
Y Chavela te pone la mano donde sabe,
donde nacen las ansias de vivir
que ya creías muertas, Macorina.
Hay tardes en que bailas descalza diecinueve
días y muchas más
de quinientas mil noches
si se ponen a tiro de tus pasos
y descubres de pronto que estás viva,
que el pasado no existe y el futuro
tan negro que nos pintan
tan solo es un mal sueño.
Ya no te duele nada,
ya no tienes edad ni soledades,
solo existe el instante
de una mujer que baila.