dejaré que la nieve ilumine mi pelo
vestiré ropas anchas y zapatos
con la forma del suelo donde pisen.
Tiraré
los relojes donde no exista el tiempo
y jamás
haya prisa.
Me
volveré más dulce,
mi voz será
más tenue,escucharé el silencio de los que nunca gritan.
Hallaré
la belleza en las profundidades
y
miraré más lejos del instante inmediato.
Renunciaré
a las mieles de las pasiones ciegas,
y abrigaré
mi cuerpo con abrazos amigossin olvidar por ello que estoy sola.
Reduciré
mi espacio a lo más simple
porque seré
la dueña de campos infinitosdonde escuchar los pájaros
y respirar la lluvia cuando empapa la tierra.
Dimitiré
de halagos, de lisonjas
cargadas
de adjetivos tan sonorosque ensordecen el ego
y se mueren tan pronto se pronuncian.
Y
tomaré conciencia de la edad que ya tengo.
Es que se acaba el
tiempo, compañeros.Ya se ha acabado el tiempo de tanta tontería.