Pónganle a todo
mucha silicona, no se les vaya a colar un muerto...
(Graciela Zárate)
Hoy tengo el corazón en carne viva
la realidad me deja sin palabras,solo me quedan lágrimas, temblores,
perplejidad, vergüenza
por este llanto a tiempo limitado,
por el dolor pequeño, intrascendente
con que apaciguo a ratos mi conciencia.
Nada tiene importancia frente a tanta
ignominia,
no voy a dedicar ni siquiera un minutoa analizar las propias mezquindades,
—si tanto hay que pensar en lo que nos ocurre
quizá no nos esté ocurriendo nada—
ni a masturbar mi escasa inteligencia
mirando los detalles.
Cómo voy a pensar según qué cosas
mientras entran los muertos por todas las
rendijas,los gritos me ensordecen
y el DOLOR con mayúscula
se instala en nuestra cama.
No busquemos al gato más pies de los que
tiene
pero tampoco menos,para empezar a andar son necesarios cuatro
y me atrevo a decir que son bastantes.