viernes, 3 de diciembre de 2010
SIN PUNTOS NI COMAS
De repente la noche se hace añicos
una sola palabra la parte en mil pedazos
como si alguna fuerza superior a nosotros
desde un lugar oscuro
moviera nuestros hilos
regando con champán nuestra derrota
yo me quedo
recogiendo los vidrios que me hieren
las plantas de los pies y la lujuria
mi cuerpo se avejenta en un instante
y tú huyes
en la noche más cruel a hablar de fútbol
de lo mal que lo hace este gobierno
de esa cosa incorpórea que llaman los mercados
con alguien que merezca
más que yo tus afanes
pongo el despertador hasta mañana
tres grados bajo cero anuncia el parte