Gracias a la vida,
que me ha dado tanto.
(Violeta Parra)
Hoy quiero dar mil gracias
por mi casa pequeña, inundada de luz,
por tener estos hijos,
tal como son y no de otra manera,
por todos los amigos que acompañan
mis horas de dolor y lo iluminan.
Porque hubo algunos hombres que me amaron
-¡Ay, el modo de amar de algunos hombres!-
y creí ser feliz, tal vez lo fuese
a juzgar por lo mucho
que los eché de menos.
Porque también la vida
me ha dado la ocasión de cambiar mis esquemas,
aquellos que mamé,
de ver otra verdad y otra memoria
y de poder vibrar con las vidas de otros.
Y, sobre todo,
por ser capaz aún de apreciar todo eso,
porque mi corazón absorba cada instante
de gozo, de tristeza, de injusticia,
y ría y llore y grite
según soplen los vientos.
Y porque sigo aquí, contra pronóstico.