se filtra la desolación
de saber que estos son los últimos versos que te escribo.
(Joaquín Sabina)
No sé si esto es amor o es una enfermedad,si es una hermosa forma de locura,
si es un ingenuo truco, una forma infantil
de mentirme a mí misma
fingiendo que en mi vida estás presente,
una absurda entelequia
que me ayuda a creer que no estoy sola,
igual que si colgara en la percha del baño
un albornoz de hombre que engañe a las visitas.
Y a mí qué más me da cómo se llame
si el efecto es el mismo,
si te pienso, te invoco, te deseo
cuando escucho en la radio los desastres que ocurren,
cuando voy por el pan
y cuando hago la lista de la compra,
si a diario me arreglo como si fuera a verte,
si te encuentro en las notas y en los versos
de la canción más dulce, si un poema
puede abrirme una herida en el costado,
si miro los más bellos colores de la tarde
como si tú estuvieras y en voz alta
te pido que los mires con mis ojos,
que los mires conmigo.
Pero habrá que aceptar cómo es la cosa,
que me he abierto en canal mi corazón cansado,
me he mostrado desnuda y vulnerable,
me he jugado la boca y he perdido.