Anuncian los diarios que viene mucho frío,
que las temperaturas bajarán doce grados,
recomiendan salir poco de casa,
abrigarse los pies y la melancolía,
no dejarse engañar por el sol traicionero
que pinta de colores la mañana
y llena la memoria de mentiras hermosas
tapadas por la escarcha. Está el campo tan bello
con los charcos helados, no se mueve una brizna
de hierba en los matojos, no canta ningún pájaro,
solo un silencio quieto se me posa en el alma
y camino despacio donde me lleva el perro.
Luego me iré a mi casa sin esperar milagros.
Buscaré algunos versos que me saquen del mundo,
quizá escriba un poema que es el mismo de siempre
y miraré los rojos de la tarde
antes de que anochezca definitivamente,
con mi dosis diaria de tabaco,
de alcohol y de tristeza.