En una mujer se entra
con toda la biografía
y esa fragilidad,
esa verdadera identidad,
que llamamos
lo puesto.
(Mariano Crespo)
No quiero conjugarel pasado imperfecto en subjuntivo
ni volver a pensar si nos hubiéramos
encontrado los dos en otro tiempo,
cuando el camino estaba por andar
y era el futuro
como una esplendorosa madrugada,
ni perder un minuto imaginando
lo que pudo haber sido.
Hoy estamos aquí,
en un presente cada vez más corto,
llenos de cicatrices y de heridas de guerra
en el alma y el cuerpo
que nos han dibujado como somos ahora.
Esa es nuestra verdad, ese es el vino
que moja nuestros besos.
Yo te quiero vestido con tu historia
y regalarte lo que de mí queda
envuelto en el papel de los recuerdos
que guardan mis dolores más queridos,
los que no olvido porque son mi carne,
mi carne maltratada por la vida.
Ya nos advirtió Biedma que no era
tal como la esperábamos.