Imagina que llueve y es de noche, imagina
que vemos caer la lluvia tendidos en la cama
y entra un viento fresquito que acaricia
nuestros cuerpos rendidos y gozosos,
imagina
que estamos compartiendo el de después
y tú me dices sabes que lo dejé hace tiempo
y yo te doy envidia con mi humo. Imagina
que apago el cigarrillo
y miramos llover sin decir nada.
Puestos a imaginar, imaginemos
que llueve sin parar toda la noche.