domingo, 27 de septiembre de 2020

TRANSPARENTE

Poco a poco me he vuelto transparente,

invisible, translúcida, intocable

como un ser asexuado, una medusa

que no puede rozarse por si abrasa.

 

Parece que mis labios de repente

se hubieran congelado, que mis manos

fueran bloques de piedra sin tacto y sin caricias,

sin dedos que enlazar, que mi cintura

ya no fuera el lugar donde posarse

las tuyas como pájaros sin rumbo.

 

Tal vez es que estoy muerta

y yo no me he enterado

de cuándo fallecí para tus ojos

y soy como un fantasma amigo tuyo

que a ratos te acompaña sin reproches

te escucha, te sonríe y se evapora

sin dejar ni una huella sobre el barro.

 

No sé dónde han quedado los días del deseo,

las noches de los sueños, imposibles,

pero sueños al fin, sueños de vida.

 

Será que nos queremos como hermanos.