Al entrar en el bar te me acercaste,
me tomaste de frente por los hombros,
me miraste a los ojos y dijiste:
—¿Sabes que estás jodidamente guapa?
Se me paró el reloj. Y el calendario
retrocedió de golpe treinta años.
No me entendiste bien porque de fondo
lloraba Billie Holliday
pero dije bajito
—Será porque sabía que iba a verte.