domingo, 28 de junio de 2015

LA CORAZA

¿Te he dicho alguna vez que no te esmeres tanto?
Que te dejes llevar, que no te niegues
lo que hace rato que te pide el cuerpo
ni reserves tus fuerzas para el próximo
viaje entre las sábanas ¡Quién sabe
si quizá hayamos muerto!
Que no busques mis teclas más ocultas
ni intentes elevarme a quién sabe qué cimas,
hasta qué espasmo cósmico,
la fastuosa explosión de una efímera traca.

¿Te he dicho alguna vez que cuando más te quiero
es cuando se licúa tu coraza de héroe 
y se vierte y te tengo
como un niño indefenso entre mis brazos?
¿Cuando te veo tierno, vulnerable
y me muestras tus miedos y hasta a veces
se te escapa una lágrima?
No sé si te lo he dicho pero en esos momentos
es cuando me derrito, cuando eres
definitivamente
el hombre que yo amo.

miércoles, 24 de junio de 2015

LO QUE NO ESTÁ ESCRITO

Nunca pude decirte que tus ojos
no sabían mirarme, siempre vieron
una que no era yo, una mujer distinta
de la que se acostaba a tu costado.

Nunca pude escribir sobre los besos
que murieron de tedio sin comerte la boca
ni sobre las palabras que se quedaron mudas
antes de hacerse voz en tus oídos.

Ni te conté el camino que mis manos
trazaban en el aire sin llegar a tocarte
antes de regresar, temblando levemente,
a esconderse debajo de la almohada.

No fui capaz jamás
de fracturar el hielo que envolvía tu espacio,
ese gélido muro de silencio,
en donde se estrellaba mi tristeza.

Ni te pude explicar cómo crepitan
las lágrimas cayendo en el aceite
al freír salmonetes para engullirlos sola
frente al mismo papel, día tras día:

“Hoy no comeré en casa…”  

domingo, 21 de junio de 2015

MÍRAME

Deja ya de mirar hacia la calle
mientras la camarera nos pregunta
si queremos la leche bien caliente
o si la preferimos más bien tibia.
No me hables más del tiempo, que ya sé
que hace un calor impropio de estas fechas,
ni repitas de nuevo
las sandeces que dicen los políticos,
que ya me tienen harta.
No muevas más las manos en el aire
ni te subas las mangas ni te abroches
por enésima vez
el último botón de la camisa;
déjala un poco abierta, que me ponen
esos vellos rebeldes que se asoman
como pidiendo guerra.
No me cuentes la última película
ni ese libro tan gordo que has leído.
Cállate, por favor, calla un momento,
deja las manos quietas y, de una puta vez,
mírame tres segundos a los ojos.

miércoles, 17 de junio de 2015

LA FOTO

Algunos días vuelve a sucederme
esa primera vez de nuestra historia.
(Francisco García Marquina)

Por un instante vuelvo al mismo bar
un día de verano
y me veo a mí misma con idéntica ropa,
con aquel mismo gesto,
en una foto fija
en la que tú apareces a mi lado
seduciéndome a golpe de sonrisas,
solos en medio de una muchedumbre,
ajenos a las voces de los otros,
ignorantes de todos los relojes.

Y me recorre el mismo temblor irracional,
ese estremecimiento que dibuja en la cara 
como un glorioso asombro inesperado.

Aunque he borrado esa maldita foto
de todos los inventos electrónicos
que puedan recordarme
lo que quisimos ser cuando creímos
-con una ingenuidad impropia de las canas-
que era posible amarse, que aún era posible
confundir a la vida, no consigo
encontrar el botón que la elimine
de ese pliegue del alma donde anida
la memoria engañosa de los sueños.

lunes, 8 de junio de 2015

VERSOS SUELTOS

Algunos versos sueltos
no consiguen jamás formar estrofa
ni siquiera un humilde pareado
en el que enmascarar sus soledades.

Deambulan por ahí
perdidos en un bosque de emociones,
en el confuso estruendo
de la ciudad, Babel desconcertante.
 
Entonces se repliegan,
vuelven a sus cuarteles de silencio
sin volcarse al papel,
sin llegar a ser verso ni poema ni grito.

Tal vez tan solo lágrima.

viernes, 5 de junio de 2015

TÚ LO SABES

Sucedió, tú lo sabes, aquel día,
en ese bar de mesas sin pulir
con carteles de fútbol, cantaores
flamencos y banderas
con la franja morada.

Apenas nos miramos, mucho menos
decir según qué cosas
ni rozarnos la piel como al descuido.

Nada de eso ocurrió, no lo buscamos,
pero empezó a fluir una corriente
más fuerte que nosotros.

Hoy seguimos negando la evidencia
veremos hasta cuándo,
quizá toda la vida que nos quede;
porque siempre podremos decir no
y morirnos después, de tan legales.

jueves, 4 de junio de 2015

ARENAS MOVEDIZAS

Estoy temblando, amor,
con ese miedo ruin a no encontrarte,
a que al fin fueras otro, a que no fueras,
que, una vez más, no fueras.

Tengo miedo al pasado, no al futuro;
a que vuelvan las sombras
que se adueñaron de nuestros destinos.

A no saber quitárnoslas de encima,
a querer disfrazarlas con luces fluorescentes
que nos cieguen la vista, que nos cieguen.

A tapar el dolor con risas vacuas,
a no enfrentarnos con nuestras verdades,
no se puede
construir una casa sin cimientos
sobre un suelo de arenas movedizas.

Tengo miedo, mi amor, a despertarme.