jueves, 31 de diciembre de 2015

DESEOS PARA 2016

Y tantas cosas más...
Y África, claro. 
Y... y... y...
Y que la soledad no me abrace demasiado fuerte.

viernes, 25 de diciembre de 2015

GLACIAR

Hay siempre un poco de locura en el amor.
Más también hay siempre un poco de razón en la locura.
(Friedrich Nietzsche)

Recuerdo aquella vez que nos besamos
como si nunca más existiera un mañana
y el mundo se acabase 
en el preciso instante en que mis ojos
detuvieron los años al cerrarse y tu lengua
suturó las heridas antiguas de mi boca.

Recuerdo aquel silencio que creció en torno nuestro
al callarse la música. Y dos copas a medias
con el hielo disuelto y mis zapatos
perdidos por la alfombra. Creo que poco antes
habíamos bailado no sé qué de Sabina.

Ni siquiera recuerdo en qué momento
aparecí desnuda entre tus piernas
invadida de paz y de ternura
y tú te derrumbaste 
como un niño indefenso, todavía temblando.

Mas no se paró el tiempo.
Luego vino un mañana y después otro
y muchos otros más con su carga de hielo,
la realidad a cuestas hasta hundirnos
en un glaciar temible.

No supimos salir y nos ahogamos.
Ateridos de frío, nos ahogamos.

Y hoy vamos pasando con un medio vivir
anodino, mediocre. Sin embargo 
nos ponemos muy dignos
y decimos con gesto de desdén
"más se perdió en la guerra"
y unas cuantas mentiras de esa clase.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

FELICIDADES


MUCHAS FELICIDADES Y ABRAZOS
A MIS HIPOTÉTICOS LECTORES

martes, 8 de diciembre de 2015

AMISTAD

Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo estamos y se esperan a oír la contestación. (Ed Cunningham)

No podría pedirte que adivines
lo que me está pasando, ni tampoco
que cambies un instante de tu vida
por dedicarlo a mí ¡solo faltaba!

Pero me gustaría llamar a cada cosa
por su nombre y decir
que el tiempo, por sí mismo,
no garantiza nada y que la antigüedad
-que dicen que es un grado-
puede ser solo un grado de vejez.

¿Nos queremos? ¿Tú crees que nos queremos
cuando hace varios meses que no hablamos,
si ninguna sabemos
cómo vamos muriendo cada día?
¿Si han caído mis gritos
en un profundo abismo de silencio?

Verás, tengo mis dudas; la amistad no es lo mismo
que el cariño arraigado en el pasado,
en ese territorio de la infancia
que ha quedado tan lejos.
Es distinto, consiste 
en atender un poco al corazón 
cuando nos dice
que la amiga está sola, llora sola,
come sola sus guisos 
cocinados en salsa de tristeza;
también sola, mira por la ventana
cómo se pone el sol y cae el hielo.

En sacar un minuto 
y decirle aquí estoy, para escucharte,
para llenar el hueco del sofá
al menos por un rato,
en cogerle la mano y luego tirar fuerte
hasta lograr vencer su resistencia
para salir del pozo.

Amistad es palabra malversada
cuando no se cultiva
se podría cambiar por cualquier sucedáneo:
simpatía, recuerdos, copas, risas
o cierta dilección
porque nos conocemos desde siempre
y hubo un tiempo, hace mucho,
en el que compartimos nuestros sueños.
¡Ya ves en qué han quedado!

Pero amistad, amiga, es otra cosa.

martes, 1 de diciembre de 2015

PSICOANÁLISIS

...y pensar que la vida, al fin y al cabo,
es esta soledad de los papeles.
(Rodolfo Serrano)

Una pila de libros sin abrir
por no querer perderme
en ese laberinto de palabras
que otros han escrito, sin saber
que no doy más de mí, que ya no puedo
vestirme de otra piel,
que me cuelgan sus letras como sacos vacíos
envolviendo un cadáver.

El teatro político que bulle en la pantalla
vendiendo sus mentiras de ocasión
me interesa lo mismo que un programa basura,
donde otros actores, tal vez algo más serios,
nos venden sus miserias genitales.

La tarde se sumerge despacio en la penumbra
y no hay ningún motivo para mirar la hora;
mi cabeza se puebla de fantasmas
que llegan sin permiso,
de voces en idiomas que no entiendo,
de gritos que no di cuando debía,
de dolores antiguos que renacen,
de heridas sin cerrar.

Y tu nombre. Tu nombre repetido
como un maldito mantra,
como un falaz conjuro contra la soledad;
tu nombre resonando como si fueras otro,
el que yo quise amar y no existía.

Y una se pregunta
si será tan difícil que la amen,
si no merecerá tan alta distinción.
Si quizá es un problema no ser tonta del todo
ni tampoco tan lista como para entender
que el amor y la guerra sean tan parecidos,
con exacto poder devastador.
Si para ser feliz es necesario
dejarse arrebatar la dignidad
manteniendo impasible la sonrisa.

Cuando se ve la muerte brillando como un faro,
como último recurso antes de abandonar,
una marca el teléfono
de algún desconocido con diploma
y con orla enmarcada en la pared
por si acaso tuviera la fórmula sagrada
para sobrevivir.