jueves, 23 de julio de 2015

EL PRESENTE

Aquí estamos de nuevo, al cabo de mil años
compartiendo este resto de vida que nos queda,
buscando en el pasado momentos que nos unan
para llenar silencios,
para engañar al tiempo que corre tan despacio.

Hay que encontrar palabras que pasen sin rozarnos,
sin destapar al hombre y a la mujer que fuimos;
hay que hablar de los hijos, de los nietos,
de este inmisericorde calor que nos aplasta,
de cualquier cosa menos de nosotros.

Hay que esconder la vida
bajo un velo cordial de gentileza,
sin una voz más alta que la otra
ni un recuerdo que agite nuestra historia
ni un reproche que echarnos a la cara.

Hoy estamos aquí esquivando a la muerte,
compartiendo un presente que no quiere nombrar
los años innombrables
y al fin la soledad camuflada de buena educación:
que tengas buena noche, hasta mañana.

sábado, 4 de julio de 2015

EL AGUJERO NEGRO

No puedo echarte en cara que dejaras de amarme,
el amor no pregunta
cuándo debe morir o seguir vivo,
se marcha por sus pasos,
se diluye despacio, inexorable,
en la pura costumbre de vivir.
Y contra eso
queda poco que hacer, solo los héroes
le presentan batalla a la rutina
y nunca fuimos héroes tú y yo.

Lo que no merecía nuestra historia
es no salvar los muebles y que me hayas dejado
este agujero negro en el recuerdo,
esta perplejidad desconcertante,
esta cara de idiota.
Y que antes del adiós aniquilaras
la más mínima sombra de belleza,
la más mínima luz, cualquier destello
de gozo y de hermosura.

Los momentos felices, 
si llegaron a ser, quedaron sumergidos
bajo un espeso manto de mentiras.
Pero ya nada importa, ahora te corresponde
beber hasta las heces 
el vino del triunfo, que ha brotado
sobre la misma tierra
en la que sepultaste mis escombros.