jueves, 2 de marzo de 2017

GRITO

Voy perdiendo la cuenta de los días
sin advertir apenas
que el aire está preñado de un aroma a mimosas,
que tal vez esta noche
revienten en mi cara los brotes de los prunos
y una nube rosada envuelva esta tristeza,
que los parques rebosan de niños y de ancianos
en esa nueva luz de atardecida.

Voy perdiendo la cuenta 
sumida en el vacío de tus ojos,
en esa indiferencia 
con que cambias el mando de la tele,
en ese abismo oscuro
que intento adivinar en tu mutismo.
¡Si pudiera pasarte
un poco de la vida que me sobra!

A duras penas logro ahogar, sin una lágrima,
el grito de mi pecho.