domingo, 4 de junio de 2023

UNA MUJER

Conocí a una mujer que se reía 
y cantaba y bailaba en las tabernas, 
que mataba sus penas en un beso 
y vivía el amor sin preguntarse 
si tenía futuro o solo era 
un instante de dicha cegadora. 

Apuraba las noches hasta el alba 
si la noche venía con amigos 
y copas, confidencias, compadreo 
desnudos de caretas y sin máscaras 
¡Ay las noches felices de amistad y de vida 
en las que sobran todos los disfraces! 

Esa mujer luchaba contra el mundo 
y le plantaba cara a la injusticia 
escribiendo poemas de amor o de dolores 
por las gentes más tristes y más solas. 
Luego se refugiaba en su guarida 
de soledad, de libros y de música, 

lloraba algunas veces por las cosas 
que no cambiarán nunca: la riqueza
acumulada en unas pocas manos 
mientras la mayoría sobrevive, 
digo mejor, malvive con el miedo 
al corte de la luz y a la miseria. 

Esa mujer murió, ya no se ríe, 
ya no canta ni baila en las tabernas, 
ya no sueña con besos, mucho menos 
con amores eternos de una noche. 
Esa mujer ahora ya no existe. 
La he visto en el espejo y era otra. 

(Dibujo de David Foronda)