sábado, 29 de agosto de 2015

ESTA NOCHE

En esta noche el aire
trae cierto olor a muerte
a pesar de que el perro

corretea delante de mis pasos
tan feliz de ser perro,
olisqueando el rastro de la vida,
de esa vida negada a los seres humanos
que cruzan las fronteras de una indecente Europa
reptando por la tierra, esquivando cuchillos.

Esta noche a la luna todavía le falta
un gajo de belleza
pero aun así está hermosa
y yo puedo mirarla disfrutando un gin-tonic

mientras veo que a un niño de la edad de mi nieto
le han traído las olas a la playa
como a un pobre pelele
vestido de bonito.

Luego tú me has llamado y nos hemos reído
descontando los días que faltan para vernos.

Hemos nacido aquí
en un país corrupto y miserable,
cómplice de la insidia,
mas podemos reír y contemplar la luna,
permitirnos el lujo de tomar una copa
y de echarnos de menos en la noche.


A mí me da vergüenza ser un poco feliz.

viernes, 28 de agosto de 2015

MANERAS DE QUERER

Amor, un solo nombre con demasiados usos,
el diccionario a veces resulta tan escaso…

Igual lo utilizamos para el vértigo
que nos lanza al abismo glorioso de otro cuerpo
sin más dato objetivo que el temblor de la carne,
como se lo aplicamos
a los absurdos sueños que llenan nuestras noches
con una persistente adolescencia,
tan fuera de lugar como de tiempo.

Y no se queda aquí nuestra escasez
en lo que atañe al léxico:
también amor decimos a ese modo
tan vil de hacerse daño
con que a veces se aman los amantes,
en lugar de llamarlo mala baba
que es mucho más preciso.

En cambio no le damos ese nombre
a ese amor que está ahí, discretamente
acogedor y cálido,
compartiendo silencios, soledades,
ideas, inquietudes,
ofreciendo su hombro para el llanto,
respetando la carga de la vida,
el espacio privado y, poco a poco,
apenas sin querer
se vuelve imprescindible.

Ese amor que nos ama sin decirlo
porque no es necesario decir nada.

martes, 18 de agosto de 2015

DESPUÉS DE LOS SESENTA

Después de los cincuenta
a uno le deberían regalar la potestad
de parar relojes o madurar cerezas

(Mariano Crespo Martínez)

Es entonces cuando se nos ocurre
la idea peregrina de crear inventarios
de todo lo vivido
y de lo que ha quedado sin hacer.

Sabemos que no hay tiempo, sin embargo
seguimos esperando absurdamente
quién sabe qué entelequias.


Y, como a Gil de Biedma, nos coge ese deseo
de vivir. A deshora.

Y el espejo se ríe en nuestra cara,
sin compasión alguna,
de los rastros de vida que la cruzan
y del dolor que anuda nuestros huesos
demasiadas mañanas.


Es la contradicción entre unos cuerpos
que mueren poco a poco, y unas almas
heridas que no asumen, 
no quieren aceptar
la interminable lista de derrotas.

Un cocktail explosivo de tristeza,
de desazón, de miedo,
y prisa por quemar unos cartuchos
acaso ya inservibles, tan mojados.

domingo, 16 de agosto de 2015

LA PARED

Pocas veces he visto una tristeza
más honda en unos ojos.

 
Las olas se han llevado hace unos días,
unos días tan largos como siglos,
el cuerpo de su hijo en un mortal abrazo.

 
Ahora Gabriel no mira al azul traicionero,
ahora vive de espaldas a la mar
y sus ojos tan húmedos, tan viejos,
están fijos, inmóviles, clavados
en una pared blanca
en donde reverbera su dolor infinito.

 
A los ochenta años ya no hay tiempo
de renacer entre ceniza alguna.

 
Aquí se acaba todo,
en el cegador blanco
de una muda pared. Inamovible.

jueves, 13 de agosto de 2015

COMPAÑERO

Ahora que por fin hemos sabido
querernos como es debido
sin querernos todavía…
(Joaquín Sabina)
¿Qué demonios os pasa, compañeros?
¿Por qué no nos amáis
en lugar de mirarnos
igual que a los trofeos
que pueblan las vitrinas
de algunos cazadores?

 ¿Por qué os negáis la dicha de andar a nuestro lado,
por qué queréis perderos lo mejor de nosotras?
¿La alegría de amar sin competencia,
sin luchas de poder, sin posesiones?

Yo no soy, compañero,
un adorno en tu hogar ni tu media naranja.
Yo soy, igual que tú, una naranja entera,
y quiero regalarte el néctar de mi boca,
el zumo de mi amor,
el amargo dulzor de las heridas
que ha dejado la vida escritas en mi piel.

Pero no te equivoques,
fíjate que te llamo compañero,
no amo ni señor,
mucho menos quisiera
llamarte mi asesino.

viernes, 7 de agosto de 2015

A MARIAPI, MI AMIGA.

Tan solo tú sabrás por qué lo decidiste,
me refiero, ya sabes, a dejar de vivir,
a negarte la risa y el amor y las noches
en que reina la luna sobre todas las penas,
la música, la vida de todos los que amaste,
el dolor de los otros, que estábamos ahí
mirándote impotentes durante tantos años
mientras tú te empeñabas en morir.

Tú no te has muerto hoy, querida amiga,
tan solo has conseguido, por fin has conseguido
certificar el hecho de tu muerte,
sepultar tus cenizas bajo un mármol
que tapara los años que sobraban.

Has triunfado al final, enhorabuena.

lunes, 3 de agosto de 2015

A ESTAS ALTURAS

…yo, que cuando muero, ya nunca es por amor
(Joaquín Sabina)

Hay un amor casero y confortable
que no exige tributos ni renuncias,
que acompaña y ayuda
a acarrear la carga del pasado
y comparte las cosas importantes,
aquellas que convierten un mundo tan inhóspito
en un lugar vivible:
una luna de agosto, una guitarra,
un paseo a lo largo de algún río,
la espuma desbordando una cerveza,
un abrazo entre sueños
y un desayuno junto a la ventana
con el grato frescor que estrena el día.

¿Se puede pedir más, a estas alturas?
¿Cuándo todo esta hecho y el futuro
es un desbarajuste plagado de dolores?

¿Se puede pedir más que compañía,
complicidad, ternura
y ese resto de infancia que aún se asombra
con la luz tan real de la belleza?