domingo, 27 de septiembre de 2020

TRANSPARENTE

Poco a poco me he vuelto transparente,

invisible, translúcida, intocable

como un ser asexuado, una medusa

que no puede rozarse por si abrasa.

 

Parece que mis labios de repente

se hubieran congelado, que mis manos

fueran bloques de piedra sin tacto y sin caricias,

sin dedos que enlazar, que mi cintura

ya no fuera el lugar donde posarse

las tuyas como pájaros sin rumbo.

 

Tal vez es que estoy muerta

y yo no me he enterado

de cuándo fallecí para tus ojos

y soy como un fantasma amigo tuyo

que a ratos te acompaña sin reproches

te escucha, te sonríe y se evapora

sin dejar ni una huella sobre el barro.

 

No sé dónde han quedado los días del deseo,

las noches de los sueños, imposibles,

pero sueños al fin, sueños de vida.

 

Será que nos queremos como hermanos.

viernes, 11 de septiembre de 2020

BANDERA BLANCA

Creo que si algún día, 
si algún día dejaras de dolerme, 
si nunca más volviera a recordarte, 
si desapareciera la sombra de tus manos, 
si no soñara más con tus abrazos 
ni escuchara tu voz en mis insomnios 
ni saliera a la calle pensando en encontrarte 
al doblar esa esquina por la que nunca pasas 
o al entrar a ese bar donde jamás entramos, 
si llegara ese día en el que no escuchara 
tus pasos junto a mí mientras camino 
ni sintiera tu mano en mi cintura, 
si llegara ese día en el que no esperara 
ver de nuevo tu nombre en el teléfono
ni tuviera presente tu existencia, 

si ese día, mi amor, por fin llegara 
sé que me haría vieja de repente, 
mis manos se pondrían temblorosas y torpes, 
perderían mis ojos el brillo que aún les queda 
y mis pasos se harían lentos y renqueantes, 
ya no me miraría en el espejo 
y quizá me dejara el pelo blanco; 
nunca me pintaría los labios rojo sangre, 
definitivamente perdería la guerra, 
esta batalla inútil contra todos mis años. 

Si ese día llegara alguna vez 
levantaría la bandera blanca, 
me rendiría al fin, sin condiciones.