viernes, 25 de febrero de 2011

LIBIA

Ante el horror de un dios enloquecido
la ONU se la coge con papel de fumar
y Europa piensa en cómo redactar
un duro manifiesto de condena,
buscando entre la sangre las palabras
que no enturbien las buenas relaciones
ni hagan subir el precio del petróleo,
pero que dejen claro
quién es aquí el malo y quién el bueno.

Aún no es necesario pronunciarse,
hay que dar tiempo al tiempo y observar
cómo pinta la cosa.
Parece ser que Trípoli resiste
y hasta el rabo
todo es toro, dirían los castizos.

No vaya a ser que luego no termine
de dar la vuelta entera la tortilla.
He creído oportuno traer esta canción porque sirve para cualquier lugar y cualquier tiempo.