sábado, 24 de agosto de 2013

VOSOTROS

No sé cómo aprendimos a querernos,
qué hubo en vosotros de mí, qué nos dimos.
(Leopoldo Alas Mínguez)

A pesar de nosotros,
se han ido entrelazando nuestras vidas
a lo largo del tiempo,
hemos dejado tantos desgarrones
enredados en aquellos que fuimos,
que aunque nuestros caminos después se bifurcaran
en el mío ha quedado vuestra huella
grabada para siempre.

Cómo podría dejaros de querer
si sois mi propia esencia; mi pasado
no sería el que es sin vuestros rostros
sin vuestra trayectoria paralela
-u oblicua en ocasiones-.

Si lo que no recuerdo de mi vida
me lo contáis vosotros
porque estabais allí
y todo lo sabéis desde el principio,
si, aunque lo intente, no tengo secretos.

Y cómo no dolerme como si fueran míos
los dolores que os duelen,
cómo esconderme tras la indiferencia
si me hieren la piel vuestras heridas,
si somos parte de la misma historia.

Si cada vez que se despide alguno
incinero con él mis días más felices
y se torna en ceniza lo que vivimos juntos,
si se lleva a la tumba
un pedazo del tiempo de los sueños
y me quedo más sola.