sábado, 26 de abril de 2014

FELICITACIÓN A UN HOMBRE QUE NO CONOZCO

Cómo decirte, amor, felicidades,
cuando te has hecho hombre a mis espaldas,
-un pedazo de hombre que yo no veré nunca-
mientras que yo me iba haciendo vieja.

Que aquella madre joven y guerrera
a la que desarmabas con tu risa,
ya no tiene ni armas ni coraje
para intentar vencer en guerra alguna.

Qué te puedo contar si ni siquiera
sé cómo imaginarte,
como el chaval feliz,
un poco caradura, que amé tanto

o este hombre de treinta, inexistente
para mi torpe, inútil inventiva.

Qué te cuento, mi amor,
que las cuatro estaciones se suceden
como cuando tú estabas
y la vida y la muerte
han continuado haciendo su trabajo;

que tienes seis sobrinos -un par de ellos mayores
de lo que nunca fuiste-,
que la abuela se bate en una cruel batalla;
de momento, mi niño, va ganando
y me atrevo a afirmar que a pesar suyo.

Y de mí qué te digo ¡Qué te digo,
si tu foto está sucia de mil besos!


Te diría que lloro algunas noches
pero no sé muy bien dónde me duele.