martes, 26 de abril de 2016

32

Este año no solo te regalaré flores por tu treinta y dos cumpleaños. Este año también te regalo un libro con tu nombre.

NO SÉ

Y qué decirte hoy, cuando he vivido
tres veces más sin ti
que el tiempo que te tuve.
Que todos estos años están llenos
de infinitas preguntas,
que ya no sé tu rostro ni tu cuerpo,
que tu risa se pierde en la memoria,
que quiero recordarte y solo veo
una imagen difusa que se aleja
como si fuera un tren que corre sin destino.
No sé bien si soy yo la que se marcha
a envejecer sin ti por esos mundos
o la que permanece en el andén
cuando te han arrancado de mis brazos.

No sé.
Pero es cierto que el tiempo
me ha vuelto otra persona,
que es distinta mi forma de pensarte,
pues no hubiera podido 
llorar sin tregua todos estos años
sin que se me secara la fuente de las lágrimas.

Y sin embargo, no me he vuelto más dura,
aún lloro de rabia y de impotencia,
aún me duele el dolor de los desheredados,
aún me estremecen
los niños de tu edad que duermen cada noche
sobre un suelo de fango y de injusticia
ante los ciegos ojos europeos.

No sé.
Quisiera tener fe y creer que los miras
desde tu privilegio
de niño rico que murió en la cama,
no de miseria, no de genocidio,
de brutal genocidio consensuado
entre viles gobiernos criminales.

No sé, mi amor, 
ni dónde estás ni siquiera si eres
un poco más real que una dulce entelequia.
Solo sé que serás mientras yo siga siendo.
Y también sé, mi vida, que fuiste afortunado.

(Poema incluído en JAIME. Editorial Lastura 2016)