domingo, 5 de junio de 2016

SIESTA

Solo es cuestión de tiempo, siempre hay
una fecha precisa.
(Vicente Martín)

El domingo transcurre mansamente
y no importa el reloj ni las noticias,
el día me regala la tibieza
de un sol benefactor,
un placer gratuito y solitario
que me acerca al lugar
donde habitan la duda y la nostalgia
de lo que no existió.

Me sumerjo en un verso que me dice
Solo es cuestión de tiempo, siempre hay
una fecha precisa, mas las fechas
ya no tienen sentido,
ya no hay aniversarios,
no hay memoria
de nuestra peripecia, no hay rencores
ni cuentas que saldar.

Adaptación al medio, parece que le llaman
a esta resignación que se conforma
con un medio vivir sin un te quiero,
sin riesgos que correr, sin un abrazo
que rompa el calendario.

Las cuatro de la tarde. Ya me dejo llevar
a esa dulce modorra que me salva
de este malsano vicio de pensarte.