martes, 1 de junio de 2021

EL PASADO

Me resisto a vivir en la nostalgia, 
a anclarme en un pasado 
que, si tuvo momentos de luz y de armonía, 
también los hubo negros como noches eternas.
 
Y puestos a pintar de colores mi vida, 
inventándome historias que nunca sucedieron, 
prefiero decorar la de ahora mismo 
con algún sueño hermoso e imposible.
 
Si he llegado hasta aquí con la cabeza 
mínimamente lúcida 
es porque no me aferro a un tiempo ya remoto 
ni idealizo los días que se fueron. 

Porque ya se han perdido algunos rostros 
en una bruma turbia, algunos nombres 
escritos en la arena o en la nieve 
los ha borrado el agua o la ventisca.
 
Hoy tengo que vivir con estos mimbres, 
y con ellos tejer un cesto en el que lleve 
lo poco que me queda de futuro. 
Pero hay algunas noches que llegan por la espalda,
 
cuando estoy desarmada y distraída, 
y dejan en mis labios una antigua humedad. 
Yo sé que es de aquel beso, aquel, aquel de entonces, 
que hace ya tanto tiempo que nos dimos.