domingo, 4 de octubre de 2015

ETERNIDAD

Yo quiero un caballo negro
y unas espuelas de plata
para alcanzar a la vida
que se me escapa, 
que se me escapa...
(Atahualpa Yupanqui)

No pido nada eterno, sé que la eternidad
es demasiado larga, incluso esta
exigua eternidad que va quedando,
ahora ya tan mermada; 
pero quiero volcarme en cada instante
de los que haya de vivir contigo,
vaciarme, que me borres a besos
los años de amargura, que no pienses
en lo que ha de venir, que te sumerjas
sin miedo entre mis brazos,
que vivas el momento 
como si fuera el último viaje,
antes de que se pare, definitivamente,
el tren enloquecido que nos lleva
donde se acaba el tiempo.

No me hagas recordarte que mientras lo pensamos
vamos muriendo un poco
y que la gente, amor,
sin enterarse muere a cada rato.

Quiero decir, amor, que prefiero un minuto
que dure eternamente en mi memoria
a una eternidad para olvidarla.