lunes, 19 de septiembre de 2016

A MI MANERA




Si lo que quieres es cumplir cien años
no vivas como vivo yo.
(Joaquín Sabina)

Mis amigos me dicen
que deje de fumar, que eso es muy malo
y que si sigo así acabaré muriendo
-parece ser que algunos
piensan quedarse aquí la eternidad entera-.
Pues va a ser que este mundo no merece
tamaño sacrificio.

Y que no corra tanto con el coche,
que más vale llegar aunque sea tarde.
Seguro que alguien los está esperando,
pero a mí no y prefiero
no perderme un instante
de los pocos que quedan
dignos de ser vividos.

Y que no tome copas, 
que si el colesterol y otros horrores
que amenazan mis días. Pero yo no renuncio
a las noches que vienen repletas de palabras,
de vida compartida,
de amigos que me quieren por un rato
-yo sé que es solo un rato, pero ayuda-,
para morir de asco sobra tiempo.

Dicen que haga ejercicio y que duerma ocho horas,
como si una pudiera mandar en el anárquico
reloj de sus insomnios. No pienso regalarle
ni un minuto de más a una existencia
sin ninguna emoción, sin calor y sin frío
ni vivir por vivir, sin más empeño.

Afortunadamente, amigos míos,
no soy imprescindible,
nadie me necesita con apremio
-así es la soledad, es lo que tiene-.
Ya tengo los deberes presentados,
aunque lleven tachones en algún ejercicio
y otros estén borrosos por las lágrimas.

Pues dejadme vivir a mi manera.