domingo, 29 de julio de 2018

TE QUIERO MUCHO

Cuando me dices que me quieres mucho
pienso que está muy bien, que “mucho” ya es un límite,
y que ojalá pudiera quererte solo un poco,
cuarto y mitad de amor
en pequeños bocados, con prudencia,
no vaya a ser que luego
me duela demasiado el corazón
o me produzca insomnio si me empacho.

Lo malo es que no sé dosificarme,
yo no tengo medida en estas cosas,
querer o no querer —es la pregunta—
no sé si es poco o mucho, pero es todo.

Y lo que, por favor, te pediría
es que no me quisieras como hermano,
salvo que ese amor fuera
tiernamente incestuoso.