martes, 17 de marzo de 2020

QUÉDATE EN CASA

Quédate bien tapado con tus cartones
debajo de ese puente
de la Plaza de España,
ya sabes, por lo menos
que un metro te separe de otro indigente.

Quédate en ese piso que compartes
con otros coleguitas senegaleses
─todos bien hacinados con vuestros virus─
y cuida de la manta de bolsos falsos,
cuando esto pase
deberás rendir cuentas.

Quédate en casa, viejo que vives solo,
ahora el parque lo miras por la ventana
no sueñes con el sol, no eches pan a los pájaros.
Y ten mucho cuidado con la calefacción
que luego a ver qué hacemos con la factura.

Afortunado anciano de residencia,
no esperes a tus hijos, que hoy no vendrán
ni tampoco mañana, ni en mucho tiempo.
Se quedarán en casa para no contagiarte,
son muy buenas las chicas que te acompañan
y esconden su sonrisa bajo la mascarilla.

Mujer, quédate en casa muerta de miedo,
no provoques su ira, no le provoques.
Compréndelo, mujer, que está nervioso.
¿No ves que ya no puede ni emborracharse
en el bar de la esquina?
Tú calladita siempre si te da un empellón
porque bastante tiene el pobre hombre.