viernes, 1 de octubre de 2010

CONTROL REMOTO

Antes de que la casa se desplome
a causa de los mínimos seísmos
cotidianos,
y la erosión del tiempo
es preferible
programar un derribo controlado
y prevenir daños colaterales.

Huir, poner a salvo la ilusión
que hace tiempo bajamos al trastero,
para que no la entierren los cascotes;
conservar los recuerdos
que se hayan librado del hastío
y envolver con cuidado algún te quiero
si aún pudiera ser aprovechable.

Las caricias, los besos, el deseo
será bueno guardarlos con las plantas
por si acaso encontramos un terreno
con las indispensables condiciones
de calor y humedad.

Luego echar a correr
y apretar el botón desde muy lejos,
sin volver la cabeza...
a ser posible.