sábado, 8 de septiembre de 2012

ME IMPORTA UN BLEDO

Cuando estoy instalada
definitivamente en el futuro
viene el pasado a señalarme con el dedo,
a escupirme a la cara,
a echar sobre mis hombros cualquier desaguisado del presente,
sin derecho de réplica.

Ahora que ya no existo,
ni mis insomnios sirven para nada,
mi tristeza es estéril,
mi dolor ni siquiera viene a cuento
¿no será un poco tarde
para pedirme cuentas a mí misma?

En noches como ésta,
en que está el corazón como una esponja
que no termina nunca de escurrirse
y hasta duelen los blues como si fueran tangos,
todos los versos salen asonantes;
pero, lo que es peor,
                                 me importa un bledo.
(Pintura de José Manuel Merello)