jueves, 20 de abril de 2017

ESAS LÁGRIMAS

Ese momento dulce de la noche,
cuando muerta de pena y de cansancio
una cae en la cama y se sumerge
en una ensoñación repetitiva:
¡Ay, si no amaneciera!

Pero de nuevo entra la luz por la ventana,
hay que empezar un día
y salir a la vida con el cuerpo doblado,
tomarse un analgésico
y tragarse las ganas de llorar.

Esas lágrimas tontas que se escapan
tan solo con el roce del aire matutino
o con cualquier noticia de la radio.
Esas malditas lágrimas que tienen vida propia
y se resisten a pudrirse dentro.