martes, 6 de mayo de 2008

CUMPLEAÑOS

Cumplir los años que una cumple no es como para tirar cohetes, casi sería para entrar en depresión si una tuviera sentido común.

Pero si viene Mafalda en persona a desearme feliz cumpleaños, no puedo por menos que sentirme afortunada. Porque Mafalda consigue que se me caigan los años despacito, que me brillen los ojos, que se me borren las arrugas del alma.

Con ella vuelvo a la adolescencia y la vida empieza ahora; la vida es otra vez
UNA RELUCIENTE MADRUGADA
y sin darme cuenta paso de niña a mujer, en el mejor sentido de la palabra.

Esta noche que es mi cumpleaños me voy a regalar

y a celebrarlo con un gin-tonic, con un whisky y con Mafalda.

Lo siento, no estáis invitados.