viernes, 13 de agosto de 2010

HACE UN MILLÓN DE AÑOS

Hace un millón de años que te fuiste
y todavía quedan
residuos de tus besos en las sábanas
como briznas de pan
dispersas en la cama de un enfermo.

Hace un millón de años que no siento
tus dedos en mi espalda
y sigue como nuevo
el tatuaje de sueños
que me grabaste a golpe promesas.

Hace un millón de años que ventilo
aquella habitación
que ofreciera hospedaje a tus abrazos
pero el aire no borra
el rastro de tu cuerpo.

Hace un millón de años que te espero
con la puerta entornada
por si ocurre el milagro de que vuelvas
algún amanecer
a escribir en mi vientre versos alejandrinos.

Hace un millón de años que no estás
pero aún tu fantasma me persigue
en las noches sin luna,
sin fugaces perseidas ni aguacero;
sin rayo que me parta.