Casi amanece ya en Antón Martín.
Dos jóvenes se besan,
creo que están borrachos de cerveza y de noche.
Y tú
vuelves de madrugada
desde un indefinido rincón de la memoria
a arrancarme la risa adolescente
mientras nos regalamos los restos de nosotros
cuando ya no nos queda
ni siquiera el derecho a equivocarnos.
Mañana
y los días que vengan y los años
seguiremos viviendo como antes.
Quedará de recuerdo tu mechero
que acaso me ilumine
la noche en que agonicen las estrellas.
Dos jóvenes se besan,
creo que están borrachos de cerveza y de noche.
Y tú
vuelves de madrugada
desde un indefinido rincón de la memoria
a arrancarme la risa adolescente
mientras nos regalamos los restos de nosotros
cuando ya no nos queda
ni siquiera el derecho a equivocarnos.
Mañana
y los días que vengan y los años
seguiremos viviendo como antes.
Quedará de recuerdo tu mechero
que acaso me ilumine
la noche en que agonicen las estrellas.