martes, 13 de noviembre de 2012

YO, COMO NO ENTIENDO...

Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
(Gioconda Belli)


Dicen los entendidos que no toca,
que ahora no es el momento,
que si la economía
y que si los mercados
y que no sé que prima que ponemos en riesgo.

Y que además saldremos muy feos en la foto.

Las huelgas hay que hacerlas, por lo visto,
cuando no existan pobres,
cuando todos habiten en casas confortables
y se acuesten sin miedo a que los echen.

Cuando todos ejerzan su derecho al trabajo
con un salario digno.

Cuando el futuro espere cargado de promesas
a todos nuestros jóvenes
y no tengan que irse a vivir a otro mundo.

Cuando a nuestros ancianos los atienda el Estado
en justa proporción a lo que dieron,
cuando a los inmigrantes que se juegan la vida
los acoja un país con los brazos abiertos.

Pero yo, que no entiendo, ¡qué ocurrencia!
voy y me pongo en huelga
cuando el hambre se adueña de las calles,
cuando el miedo se agarra en las tripas vacías,
cuando el trabajador está dispuesto
a agachar la cerviz por un sueldo de mierda
y se deja pisar por que coman sus hijos.

Cuando a los que son jóvenes
se les muere el futuro
y no les quedan fuerzas siquiera para amarse,
cuando los que son viejos ambicionan la muerte
como única salida.

Yo, es que, como no entiendo,
voy y me pongo en huelga.