jueves, 15 de noviembre de 2007

¡POR QUÉ NO TE CALLAS!

Pues confieso que a mí, en el primer momento también me hizo gracia esa salida tan castiza, como de bar de barrio, en la mejor tradición borbónica; pero eso no quita que haya sido una clamorosa metedura de la real gamba y un error diplomático monumental. Yo, perdonad mi ignorancia, pero desde que hace mucho tiempo dejé de creer en los magos de oriente, no sé muy bien para qué sirven los reyes; me parece una cosa antigua y poco funcional tal como están concebidos actualmente. Antes era otra cosa; eran reyes de verdad, que iban a la guerra a caballo y mandaban mucho; pero esto es un quiero y no puedo que no viene a cuento. Y tampoco sé muy bien por qué fueron dos mandamases a la famosa cumbre, si todos los demás paises se conforman con uno. ¿Es que somos los más chulos o qué? Si con nuestro ZP y su proverbial talante habíamos ido sobraos.

Y el pobre señor rey -que diría Chavez- que le tenemos muy tenso últimamente, con tanta quema de fotos, tanta caricatura del niño haciendo cosas feas y tanto Marichalar, pues saltó como un plebeyo cualquiera. Y todo porque ZP estaba defendiendo a Ansar, después de las veces que él ha ido por ahí poniéndo a parir a ZP en particular y al gobierno de su país en general sin que nadie le diga ¡por qué no te callas!

Y ahora encima se hacen amigos. Esto no es serio, oyes. Una cosa es rebajar la crispación y otra irse juntos de cañas. Por ahí no paso.