lunes, 10 de marzo de 2008

¡¡¡PRESIDENTE, PRESIDENTE!!!

De repente me he vuelto buena. De verdad que siento enormemente que lo que para mí es una alegría para otros sea un disgusto. Y no es que se me haya pegado el talante de ZP, es que hoy, esta noche, de verdad lo siento así. Yo quisiera que hoy toda España estuviera contenta, no siento ningún placer pensando en el berrinche que se han llevado en Génova, es que no me reconozco. Ayer mismo estaba deseando que se les pusiera la cara verde de envidia, pero hoy, esta noche, todo es distinto.

Quiero, deseo con toda mi alma que la felicitación de Rajoy haya sido sincera. Quiero, deseo que las palabras de ZP tras la victoria -tan medidas, tan impecables- le hayan nacido de la buena voluntad. Quiero creer en mi país, quiero que seamos capaces de convivir sin odiarnos, quiero que cada uno defienda sus ideas sin insultar al otro, no quiero volver a avergonzarme de mi país, no quiero dar al mundo más espectáculos de ira ni de odio entre españoles. ¡Joder! que tenemos un país que no se merece lo que ha pasado en estos cuatro años. Que todos tenemos amigos en todas partes, que quiero seguir siendo amiga de todo el mundo.

Me ha dado mucha pena lo de Izquierda Unida y espero que el sacrificio que han hecho los que la llevan en el corazón no sea en vano. Espero que el nuevo gobierno sepa utilizar sus votos como se merecen; como ha dicho ZP, que sirvan para los que no tienen de todo. Y me ha encantado que el PSE ahora sea la primera fuerza política en Euzkadi, hay muchos vascos que quieren seguir sendo españoles. En Madrid, revolcón como estaba previsto, aunque en mi mesa electoral, en un colegio de barrio obrero hemos ganado. Algo es algo.

Al final no he ido a Ferraz; estaba agotada, no sé si sabéis lo que es estar desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche en el colegio electoral. Por suerte se ha acercado mucha gente a las urnas pero, por eso mismo, el recuento ha sido laborioso y al final he acabado cuando ya casi había terminado la fiesta y no me sentía con fuerzas para coger el coche y acercarme a Ferraz.

Al final me he hecho amiga del interventor del PP, un tipo encantador. Nos hemos llevado tan bien que la presidenta y las vocales decían que debían aprender nuestros jefes.

Igual en las próximas vamos ambos de números unos y gane quien gane este país será una balsa de aceite.