miércoles, 31 de octubre de 2012

YO, SOLAMENTE ESCRIBO

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
(Gabriel Celaya)
 
En la noche pasada he debido soñar algo muy triste;
me despertó un sollozo
que no sé si era mío o era el mundo
quien lloraba escondido en mi conciencia.

Todavía mi casa está caliente
a las dos menos diez de la mañana
y fuera está lloviendo; por lo visto
era muy necesario.

Pero no sé si el hombre que malduerme 
en la puerta del banco
necesitaba tanto de esta lluvia.

Yo me permito el lujo
de escribir de las cosas que ocurren en las calles
para la mayor gloria de mis versos
y cuento con los dedos las miserias de otros
tratando de que cuadren en un alejandrino.

Pero no hay una métrica que se ajuste a un desahucio,
no sé dónde poner el acento a la insidia,
a los viejos sin techo,
a los ojos absortos de niños embozados
en mantas empapadas de noche y de intemperie.

No sé. Y me da vergüenza.
Yo, solamente escribo.