sábado, 20 de marzo de 2010

LA HORA DEL CREPÚSCULO

A estas horas
la luz ya no entra en casa y la tristeza
se tiñe de amarillo por los bordes
como una hoja caída.

Hay que vivir tan solo con lo puesto
porque anochece pronto y a tus ojos
ya no les queda tiempo
para volverse del color del agua.

Cuando amanezca
serán los sueños pólvora mojada,
esta vez sí, definitivamente.