sábado, 27 de marzo de 2010

REGALO

Te lo regalo todo.
La mañana sin horas
y la gota de escarcha que persigo
por el cristal helado.

El gorrión insolente que se empeña
en volver a inventar la primavera
cuando febrero engaña a los almendros.

Te regalo este día
que se abre a mis sentidos
aunque sé que hoy tampoco
lograré seducirle.

Te regalo la noche interminable
y el alba sin tu cuerpo
declarándose en huelga a mi costado.

La música que habita mi silencio,
los fantasmas que pueblan mis rincones,
la edad que me recorre todo el cuerpo,
la que soy, la que fui, la que no seré nunca.

No se me ocurre nada mejor con qué comprarte.
Nada más codiciable que el otoño
que no me hiela aún la piel del alma.